Así lo decidieron en Viena los ministros del sector de 24 países, incluidos los 14 socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que hace un año decidieron retirar del mercado 1,8 millones de barriles diarios (mbd) de crudo para apuntalar el precio del “oro negro”.
“Estoy satisfecho de anunciar la decisión unánime y solemne de extender nuestro acuerdo (de recorte de producción) hasta finales de 2018”, dijo el ministro de Petróleo de Arabia Saudí y actual presidente de turno de la OPEP, Jalid al Falih, en rueda de prensa.
Subrayó que su país “está comprometido con este acuerdo” y dijo ser “extremadamente optimista a medio y largo plazo sobre el petróleo. Las inversiones volverán más bien antes que tarde al sector (petrolero)”.
“Ha sido un acuerdo de pleno entendimiento que debe traer mayor estabilidad e impulso al mercado petrolero”, indicó, por su parte, el ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, tras participar en dos reuniones: la 173 conferencia ministerial de la OPEP y el tercer encuentro del grupo ampliado (“OPEP+”).
La primera cita certificó el tope máximo de producción conjunta de los 14 miembros de la organización, de 32,5 millones de barriles diarios (mbd), una cuota adoptada hace un año y que supuso una rebaja de 1,2 mbd respecto al bombeo de octubre de 2016.
Rusia, México, Kazajistán, Azerbaiyán, Bahrein, Brunei, Malasia, Omán, Sudán y Sudán del Sur, que no pertenecen a la organización, se adhirieron a fines de 2016 al recorte, retirando juntos otros 580.000 barriles al día, formando una inédita alianza petrolera, responsable de más de la mitad de la oferta mundial de crudo.
“Ha sido un acuerdo muy exitoso”, destacó el ministro ruso de Energía, Alexándr Novak, tras recordar que todos esos países tienen “un objetivo común: un mercado equilibrado”.
Eso sí, ante las habituales incertidumbres del sector, el grupo indicó que tiene la “intención” de volver a estudiar la situación el próximo junio, por si fuera necesario reajustar el nivel de bombeo.
Pero, en general, todos se mostraron satisfechos por la bajada del nivel de los inventarios de crudo y la subida de los petroprecios en más del 20 %, hasta superar los 60 dólares/barril, y optimistas en cuanto a las perspectivas del futuro cercano.
“Está previsto que la demanda aumente al sano ritmo que hemos visto en los últimos años, pero nunca se sabe, así que vamos a ser muy ágiles y vigilantes”, señaló Al Falih.
Uno de los riesgos que afronta el grupo es que el elevado precio incentive la producción rival, y en especial la del petróleo de esquisto en Estados Unidos, cuyo auge en 2014 fue una de las principales causas del desplome de la cotización del crudo en casi un 80 % entre 2014 y 2016.
“La producción de los países que no pertenecen a la OPEP es un interrogante y reconocemos la variabilidad del esquisto en EEUU (…) reaccionaremos y actuaremos dependiendo de como sean los acontecimientos”, señaló el ministro saudí.
En cuanto a Nigeria y Libia, los dos socios de la OPEP eximidos del compromiso de cumplir con una cuota de producción debido a los cortes que han venido sufriendo a raíz de sus conflictos internos, Al Falih avanzó que esta vez también han accedido a cierta congelación de su bombeo.
“Ambos países nos han contado, y está documentado en la decisión de la OPEP, que los niveles de 2018 no van a superar los niveles que alcanzaron en 2017. Así, no se esperan sorpresas por parte de Libia y Nigeria”, subrayó.
Por otro lado, el presidente se congratuló de la participación de seis países como observadores en la reunión de este jueves.
“Son pequeños productores, así que podemos decir que tenemos 30 países, un numero sin precedentes de productores, que están comprometidos a actuar juntos a medio y largo plazo para asegurar la estabilidad del mercado”, concluyó.
Fuente: elperiodicodelaenergia.com
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