No suele ser muy habitual ver lo que va a suceder esta semana, que paren a la vez dos centrales nucleares de los siete reactores que hay en España. Hace unos días, se desconectó la central nuclear de Trillo y este fin de semana hace lo propio la planta de Ascó I.
La central de Trillo inició su vigésimo novena recarga de combustible, un proceso en el que participan más de mil trabajadores adicionales a la plantilla habitual y en la que se realizarán 3.652 actividades.
La desconexión de la red eléctrica se ha producido a las 23:21 horas del pasado 5 de mayo, mientras que el acoplamiento a la misma está previsto para el próximo 4 de junio, lo que supone una duración programada de 30 días.
Ahora el día 13, hará lo mismo la planta de Ascó I, que tiene previsto que su parada sea incluso más larga y se vaya más allá de la mitad de junio.
Desde el 13 de mayo hasta el 4 de junio, España va a funcionar sin dos centrales nucleares, es decir, sin 2.000 MW de potencia que genera energía base.
Este extraño movimiento en el mercado, sobre todo porque son tres semanas de desajuste, acarreará con casi total probabilidad que suban los precios de la electricidad en el pool. ¿Por qué? Porque tienen que entrar más carbón y ciclos combinados.
Las centrales térmicas se frotan las manos ante esta situación. España ha comprado gas a espuertas en abril para que los ciclos funcionen a un ritmo inusual por estas fechas. La demanda prevista ha aumentado un 28% en mayo para el gas con el que se genera electricidad, según Enagás.
El carbón, por su parte, ya ha empezado a funcionar antes, gracias al parón de Trillo de pasado día 5. Lo normal es que se enciendan primero las térmicas de carbón y luego los ciclos, pero al estar sin dos centrales nucleares.
Esto sucederá en buena parte porque los embalses para generar electricidad están bastante secos. Un 35% menos de capacidad de generación que en años anteriores. La escasez de agua será la principal causa de que el mercado español tenga precios caros, pero si a eso se le suma el parón nuclear, es inevitable ver precios por encima de los 50-55 euros MWh estos días.
El mercado de futuros ya lo avisa. ¿Por qué se planifica así de mal? En lo que va de año no se ha hecho una parada de recarga de combustible nuclear. Ni tampoco se hará en agosto, septiembre ni diciembre. ¿No hay otro momento?
Con el año 2017 de precios caros de la electricidad que están sufriendo los consumidores españoles, ahora toca sufrir un poco más. O al dios Eolo le da por soplar como nunca o el recibo de la luz volverá a subir en los próximos meses. Como diría el chamán de Moncloa, toca rezar.
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